Las enfermedades de las encías son unas de las principales enemigas de la salud bucodental. Muchas personas se fijan solo en los problemas que puedan aparecer en sus dientes, pero los tejidos de las encías son los que rodean a estas piezas y les confieren soporte. Ten presente que numerosas afecciones que influyen incluso en la caída de los dientes, como la gingivitis y la periodontitis, tienen su origen en el mal estado de las encías. Por ello, vale la pena que les prestes atención.
5 consejos para la prevención de las enfermedades de las encías
En las siguientes líneas te vamos a proporcionar información interesante para que, en la línea de la odontología conservadora, que es la que evita las intervenciones más invasivas y costosas, puedas cuidar de tus encías correctamente y prevengas sus dolencias más habituales. Toma nota.
1. Observa meticulosamente tus encías
En primer lugar, no pierdas de vista el estado de estos tejidos. Recuerda que su color habitual es el rosado, por lo que, si los ves demasiado enrojecidos, debes alertarte, puesto que se estaría produciendo una inflamación. Por otro lado, tampoco sería normal que sangren habitualmente cuando te cepillas los dientes. La sensibilidad al tacto también es un síntoma negativo.
2. No descuides tu higiene dental
Resulta esencial mantener a diario unos buenos hábitos de higiene bucal. En este sentido, no olvides cepillarte los dientes tres veces al día, después de cada una de las comidas que hagas y sin pasarte con la intensidad de los movimientos. Así, también contribuirás a eliminar la placa bacteriana que se forma entre los dientes y las encías y que da lugar a que, cuando se endurezca, se evidencie el sarro y se produzcan las enfermedades periodontales. Puedes lograrlo mediante productos que suprimen los restos de comida que se quedan en estas zonas más intrincadas, como los cepillos interdentales y el hilo dental.
3. Atención a lo que comes y lo que bebes
Sobre todo, te conviene minimizar el consumo de bebidas, alimentos ácidos y azucarados, así como aquellos que contengan grasas saturadas. El tabaco y el alcohol, por su parte, pueden ocasionar peligrosas infecciones e inflamaciones. No obstante, puedes optar por una nutrición que no provoque estos riesgos como las dietas saludables basadas en la fruta y la verdura. Acuérdate, además, de que el regaliz favorece la inhibición de las bacterias perjudiciales para las encías.
4. Mueve tus encías
Si estas son ejercitadas, será más fácil acabar con los restos de comida entre las encías y los dientes. Te damos una recomendación útil para conseguirlo: consume una manzana cada día.
5. Acude a nuestro odontólogo de confianza
La prevención y la detección temprana son decisivas para prevenir las enfermedades bucodentales. Lo mismo podemos señalar sobre las relativas a las encías. Visita a nuestro especialista en periodoncia, al menos, cada semestre y te informará acerca de cómo se hallan estos tejidos.
En definitiva, las enfermedades de las encías son menos conocidas que las de los dientes, pero debes controlarlas, ya que causan perjuicios en la dentadura cuya reparación resulta compleja.