La caries dental es una de las enfermedades más comunes, y la mejor manera de anticiparnos a su aparición es manteniendo siempre una buena higiene bucodental. Son muchos los pacientes que nos hacen la misma pregunta cuando vienen a revisiones rutinarias: ¿Cómo puedo saber si tengo alguna caries?

En este artículo queremos solventar esas dudas, y ayudaros a identificarlas y prevenirlas. Para empezar, y como dijimos al comienzo de este artículo, la mejor manera de mantener las caries a ralla es cuidando nuestra higiene oral, cepillándonos los dientes al menos dos veces al día,  usar seda/hilo dental, cepillos interproximales, irrigadores bucales y colutorios que complementen la limpieza diaria de nuestros dientes.

Las caries aparecen como consecuencia de las bacterias que se adhieren a nuestros dientes al ingerir alimentos. Aunque en la primera fase de aparición es muy difícil detectarlas, existen una serie de síntomas que nos pueden alertar de su aparición, como por ejemplo: sensibilidad al frío y al calor (tanto en alimentos como en bebidas), cavidades en alguna parte del diente, dolor a la masticación, sobre todo en alimentos dulces o ácidos, mal aliento, sabor desagradable en la boca y, por último, manchas grises, marrones o negras en la superficie del diente afectado.

En caries avanzadas, puede llegar a doler el oído o la cabeza, y sentir palpitaciones en la pieza dental.

Aunque muchas veces las caries no dan la cara hasta que se encuentran en un estado avanzado, es recomendable acudir al dentista si notamos cualquiera de estos síntomas. Sin duda, ésta es la mejor manera de que la posible caries sea eliminada y no provoque mayores problemas como una endodoncia o directamente la extracción de la pieza en sí.

Cabe destacar que no sólo pueden aparecer en pacientes con mala higiene bucodental, sino que influyen otros factores como son: los malos hábitos, como el tabaquismo y el alcohol, bajos niveles de saliva, o también el consumo de algunos tipos de medicamentos o tratamientos médicos, como la quimioterapia. Los pacientes con esmalte poco mineralizado, ya sea por causas genéticas o ambientales, son más propensos también a sufrir un mayor índice de caries dentales.

Tampoco hay que olvidar que otro factor determinante en su aparición es la mala alimentación.  Una dieta rica en hidratos de carbono aumentará considerablemente el riesgo de caries dentales.

En conclusión, si quieres evitar la aparición de caries mantén una buena higiene oral y evita los malos hábitos y los alimentos azucarados. Y si notas cualquiera de los síntomas antes mencionados no esperes a que el problema sea mayor y pide cita con tu dentista de confianza.

Esperamos que os haya gustado este artículo y si tenéis cualquier otra duda o problema de salud dental no dudéis en visitarnos en cualquiera de nuestras dos clínicas dentales. ¡ Os esperamos!