Odontología general / 22 junio, 2018

¿Cómo saber si tengo caries?

La caries dental es una de las enfermedades más comunes, y la mejor manera de anticiparnos a su aparición es manteniendo siempre una buena higiene bucodental. Son muchos los pacientes que nos hacen la misma pregunta cuando vienen a revisiones rutinarias: ¿Cómo puedo saber si tengo alguna caries?

En este artículo queremos solventar esas dudas, y ayudaros a identificarlas y prevenirlas. Para empezar, y como dijimos al comienzo de este artículo, la mejor manera de mantener las caries a ralla es cuidando nuestra higiene oral, cepillándonos los dientes al menos dos veces al día,  usar seda/hilo dental, cepillos interproximales, irrigadores bucales y colutorios que complementen la limpieza diaria de nuestros dientes.

Las caries aparecen como consecuencia de las bacterias que se adhieren a nuestros dientes al ingerir alimentos. Aunque en la primera fase de aparición es muy difícil detectarlas, existen una serie de síntomas que nos pueden alertar de su aparición, como por ejemplo: sensibilidad al frío y al calor (tanto en alimentos como en bebidas), cavidades en alguna parte del diente, dolor a la masticación, sobre todo en alimentos dulces o ácidos, mal aliento, sabor desagradable en la boca y, por último, manchas grises, marrones o negras en la superficie del diente afectado.

En caries avanzadas, puede llegar a doler el oído o la cabeza, y sentir palpitaciones en la pieza dental.

Aunque muchas veces las caries no dan la cara hasta que se encuentran en un estado avanzado, es recomendable acudir al dentista si notamos cualquiera de estos síntomas. Sin duda, ésta es la mejor manera de que la posible caries sea eliminada y no provoque mayores problemas como una endodoncia o directamente la extracción de la pieza en sí.

Cabe destacar que no sólo pueden aparecer en pacientes con mala higiene bucodental, sino que influyen otros factores como son: los malos hábitos, como el tabaquismo y el alcohol, bajos niveles de saliva, o también el consumo de algunos tipos de medicamentos o tratamientos médicos, como la quimioterapia. Los pacientes con esmalte poco mineralizado, ya sea por causas genéticas o ambientales, son más propensos también a sufrir un mayor índice de caries dentales.

Tampoco hay que olvidar que otro factor determinante en su aparición es la mala alimentación.  Una dieta rica en hidratos de carbono aumentará considerablemente el riesgo de caries dentales.

En conclusión, si quieres evitar la aparición de caries mantén una buena higiene oral y evita los malos hábitos y los alimentos azucarados. Y si notas cualquiera de los síntomas antes mencionados no esperes a que el problema sea mayor y pide cita con tu dentista de confianza.

Esperamos que os haya gustado este artículo y si tenéis cualquier otra duda o problema de salud dental no dudéis en visitarnos en cualquiera de nuestras dos clínicas dentales. ¡ Os esperamos!

Cirugía oral e implantología, Sin categoría / 16 abril, 2018

¿Cuanto tiempo puede durar un implante?

Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos hacen aquellos pacientes que han decidido restaurar su sonrisa mediante implantes dentales, tanto por estética como por funcionalidad.

Pero para entender mejor y valorar la vida útil de un implante, debemos conocer los elementos que lo conforman: un implante dental es una pieza (de titanio o zirconio), que se inserta en el hueso maxilar o mandibular y que, pasados unos meses, se integra en el hueso del propio paciente (se osteointegra). Tras este proceso, y si todo marcha correctamente, se procedería a la colocación de la corona que iría atornillada o cementada al implante.

Caso real 2017. Doctoresbeca

La duración de los implantes puede variar entre paciente y paciente. Como ya sabemos, la higiene oral es muy importante para mantener un implante en boca el mayor tiempo posible. Pero la higiene no es el único factor que contribuye a la durabilidad del implante dental. Las revisiones de control y el mantenimiento de éste a lo largo de su vida, son realmente importantes para que el implante tenga una esperanza de vida mayor.

El éxito del implante también está condicionado por otros factores que afectan de manera negativa a su duración. Hábitos nocivos como fumar, o la sobrecarga excesiva en boca por maloclusión, bruxismo o el apiñamiento, perjudican gravemente el estado y la durabilidad del implante.

Una de las creencias populares que más oímos en consulta hoy en día, es que el implante puede causar alergia o rechazo en boca. Esto es falso, ya que en un implante no existe el rechazo, sino la infección. Un buen implante, de titanio o zirconio, tiene una excelente biocompatibilidad con los tejidos del organismo humano.

Por lo tanto, la pérdida del implante por infección, puede estar generada por factores biológicos, y no osteointegrarse debidamente (fijarse en el hueso); por sobrecarga mecánica (bruxismo), por mala higiene, o por enfermedades sistémicas no controladas, como la diabetes.

Otros de los factores que contribuyen a la pérdida del implante es, por ejemplo, que la colocación de éste haya sido en pacientes con poca cantidad de hueso, tanto en anchura como en altura. En estos casos, el odontólogo será el encargado de decidir si el paciente es apto para llevar implantes o no.

En el caso de pacientes con una cantidad de hueso insuficiente, existen alternativas para aumentar su altura o anchura ósea, mediante técnicas de injerto de hueso del propio paciente (autoinjerto) o mediante biomateriales como, por ejemplo, el xenoinjerto o el aloinjerto entre otros.

Hoy en día, no se puede garantizar que el implante dure toda la vida, pero limitando los malos hábitos, teniendo buena higiene oral, y realizando las correspondientes revisiones de control a su odontólogo podría durar más de 20 años.