Un tratamiento de regeneración ósea resulta imprescindible en aquellos casos en los que el paciente quiere someterse a una rehabilitación con implantes, pero no cuenta con el nivel o la calidad ósea suficiente como para poder colocárselos.
Las técnicas de regeneración ósea son necesarias, sobre todo, en pacientes que llevan muchos años edéntulos (sin dientes), o de avanzada edad. También influyen otros factores que pueden intervenir en la pérdida de hueso, como son aquellos pacientes con hábitos de tabaquismo, con enfermedad periodontal o con sobrecarga (bruxismo).
La calidad del implante es, obviamente, indispensable para el éxito y evolución de éste; pero también es muy importante tener en cuenta si el paciente es apto o no para la colocación de implantes de manera directa o, si por el contrario debe someterse a una cirugía de regeneración.
En este último caso, y mediante un estudio previo (escáneres, r
adiografías, sondajes…) se valorará tanto la cantidad de hueso (maxilar o mandibular) del paciente, como la calidad ósea en la que se osteointegraría el implante.
Hoy en día, existen numerosas técnicas de cirugía avanzada, como las elevaciones de seno maxilar, injertos y membranas que hacen posible el éxito en la colocación de implantes en pacientes con escasa cantidad de hueso, o de mala calidad.
No obstante, puede darse el caso en el que el paciente necesite poca cantidad de injerto óseo, y la cirugía implantológica se lleve a cabo en el mismo momento.
Por lo tanto, podemos decir que casi cualquier persona, hoy en día, puede llevar implantes en boca, ya sea de manera directa, o mediante intervenciones de cirugía regenerativa. Hay que recordar, no obstante, que pacientes fumadores, con mala higiene, o con enfermedad periodontal deben cuidarse aún más si quieren que los implantes les duren el máximo tiempo, o que la cirugía de regeneración ósea sea todo un éxito.